domingo, 17 de mayo de 2009

IMPERIO CAROLINGIO

Antecedentes: Los francos, un pueblo germano que le arrebató a Roma la Galia Cisalpina, fueron unificados bajo el mando de Clodoveo, quien dio origen a la dinastía Merovingia. Lamentablemente, los últimos reyes de esta dinastía, llamados “Reyes Holgazanes”, delegaron todo el poder en manos del “Mayordomo de Palacio”. Así, cuando los musulmanes irrumpen en Francia, el mayordomo Carlos Martel los detiene en Poitiers. Su hijo, Pipino el Breve, logra destronar al último rey merovingio, iniciando así la dinastía carolingia.

Carlomagno y el Imperio: El hijo de Pipino el Breve, Carlomagno, tenía la idea de reconstruir un Imperio similar al de Roma, por lo que se convierte al cristianismo y obliga a su pueblo a hacerlo también. Es coronado Emperador por el Papa León III, en retribución por su defensa de la religión; y logró, en pocos años, formar un imperio enorme, cuya capital se estableció en Aquisgrán, que se convierte en el centro del mundo medieval: se reúnen los sabios de la época y se funda la primera universidad. El monarca tiene poder absoluto, pero 2 veces al año permitía que se reuniera la Asamblea General, en la que se aprobaban las leyes, las cuales eran escritas en códigos llamados CAPITULARES. Carlomagno divide a su imperio en condados y marcas (fronterizas), a cargo de un conde o marqués (funciones administrativas y militares). Los nobles eran fiscalizados anualmente por los Missi Dominici, siempre un religioso y un laico, quienes informaban al rey de cualquier anomalía en el territorio.

Caída del Imperio y Consecuencias: Entre los aportes más significativos del Imperio Carolingio se encuentran: la continuidad del desarrollo cultural en Occidente (no se estancó, al contrario, se sentaron las bases de la cultura occidental al mezclarse la cultura clásica con la religión cristiana), además de recuperar la unidad europea tras la caída del Imperio Romano, pero esta obra no duraría mucho, ya que, a la muerte de Carlomagno, el imperio decae: ya no hay un monarca protector, y el reino se divide entre los hijos (Tratado de Verdún, 814 d.C.). Esto, sumado a las continuas invasiones, provocan que el pueblo se refugie cada vez más en los nobles, iniciando así el proceso de formación de la sociedad feudal.

2 comentarios: