domingo, 17 de mayo de 2009

LA EDAD MEDIA LLEGA A SU FIN

Resurgimiento y Desarrollo de Las Ciudades Medievales:
Tras la caída del Imperio Romano, las ciudades entraron en un período de decadencia que concluyó con su desaparición. Las cruzadas propiciaron un nuevo orden económico-comercial, aumentando el intercambio mercantil entre las ciudades italianas y el Cercano Oriente. Debido a que los italianos no fueron mercado suficiente, se debió exportar los productos orientales a otros países europeos.
Por otra parte, el crecimiento comercial produjo que los señores feudales instalaran ferias comerciales en sus feudos una vez al año. Así, artesanos y mercaderes se fueron concentrando en puntos estratégicos (palacio episcopal o castillo). Además, la pérdida del poder de los señores feudales y, por consiguiente, el aumento del poder del rey, sumado a la expansión demográfica y el desarrollo agrícola (aumento de la capacidad productiva que genera riquezas que fueron invertidas en la ciudad), trajo como consecuencia el enriquecimiento de las ciudades, las cuales se revitalizaron.
En un comienzo las ciudades dependen de un señor feudal, pero, tras violentas luchas, éstas obtienen su independencia y quedan sujetas exclusivamente al poder del rey. Su gobierno era corporativo, ejercido mediante el ayuntamiento y los consejos municipales, integrados por familias nobles. Dentro de las funciones de estas entidades cabe destacar la de orientar las políticas económicas, las cuales estaban sustentadas en la artesanía y el comercio. Los artesanos sólo podían desarrollar su arte si pertenecían a un gremio, que reglamentaba el oficio y fijaba los precios. Partían como aprendices, luego viajaban por el país trabajando en distintos talleres, y, al volver, rendían examen para ascender a maestros. Los comerciantes, por su parte, tuvieron como centro de actividad la ciudad, manejando desde ahí el comercio local y el internacional.
Se organizaron en asociaciones o guildas, que tenían funciones reguladoras. La Liga Hanseática fue la guilda más destacada, que estableció su monopolio sobre el comercio marítimo de todo el norte de Europa. Además, a partir del siglo XI, se comienza a utilizar nuevamente el dinero, lo que facilitó el intercambio comercial y la acumulación de riquezas.
Este capital excedente fue puesto a disposición del comercio y la producción, comenzando así el capitalismo y el surgimiento de los bancos y banqueros (Médicis en Florencia). Con este desarrollo de la ciudad aparece un elemento nuevo en la sociedad europea: la clase burguesa, formada por los comerciantes y artesanos enriquecidos.

Caída del feudalismo
A partir del siglo XIII, la mejora de las técnicas agrícolas y el consiguiente incremento del comercio hizo que la burguesía fuera presionando para que se facilitara la apertura económica de los espacios cerrados de las urbes, se redujeran los tributos de peaje y se garantizaran formas de comercio seguro y una centralización de la administración de justicia e igualdad de las normas en amplios territorios que les permitieran desarrollar su trabajo, al tiempo que garantías de que los que vulnerasen dichas normas serían castigados con igual dureza en los distintos territorios.
Aquellas ciudades que abrían las puertas al comercio y a una mayor libertad de circulación, veían incrementar la riqueza y prosperidad de sus habitantes y las del señor, por lo que con reticencias pero de manera firme se fue diluyendo el modelo. Las alianzas entre señores eran más comunes, no ya tanto para la guerra, como para permitir el desarrollo económico de sus respectivos territorios, y el rey fue el elemento aglutinador de esas alianzas.

Caída del Imperio Romano de Oriente: durante la cuarta cruzada, los cruzados se dirigieron a Bizancio en lugar de a Tierra Santa, saqueando la ciudad y estableciendo el Imperio Latino. A pesar de que el Imperio Bizantino pudo ser restaurado, sufrió guerras civiles e injusticias sociales, decayendo su economía y arruinando la hacienda fiscal. Debido a todo esto, el Imperio no se pudo defender contra las crecientes amenazas externas: los turcos otomanos lograron aislar Constantinopla, y en el año 1453 se toman la ciudad, dando fin así a lo que quedaba del antiguo Imperio Romano.

LEGADO CULTURAL DE LA EDAD MEDIA
Este se dio fundamentalmente en torno al desarrollo de las artes y letras: en las artes, la arquitectura (arte románico y gótico) y el desarrollo de la cúpula, la bóveda y el mosaico, fundamentalmente gracias al aporte árabe (destacan en particular la Mezquita de Córdova, la Alhambra de Granada y el Alcázar de Sevilla). En la literatura se desarrolla la escolástica (Santo Tomás y su Suma Teológica), el poema del Cid y la Divina Comedia de Dante. El Imperio Bizantino nos hereda su cuerpo legal, que fue la base del derecho civil de gran parte de Europa y luego de Latinoamérica (Justiniano y el Corpus Iuris Civiles). Por último, Oriente nos entrega conocimientos acerca del comercio (uso del cheque, sociedades comerciales y de acciones, letras de crédito, etc.), medicina, matemática y astronomía.

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