lunes, 1 de junio de 2009

EL ABSOLUTISMO

Colegio Saucache
Departamento de Historia y Geografía
Octavos Básicos
Profesor Juan Loreto

Guía: EL ABSOLUTISMO, LA ILUSTRACION Y EL DESPOTISMO ILUSTRADO

APRENDIZAJE ESPERADO: Que los alumnos reconozcan las principales características del periodo y su importancia para la conformación del mundo.
El Absolutismo

A lo largo del siglo XVI se impuso el absolutismo en Europa. Esta forma de gobierno concentra todo el poder en manos de un monarca, quien solo es responsable de sus actos ante Dios.

El absolutismo, término que procede del latín absolutus («acabado», «perfecto»), fue el principal modelo de gobierno en Europa durante la época moderna, caracterizado por la teórica concentración de todo el poder del Estado en manos del monarca gobernante. La implantación del absolutismo representó un cambio sustancial en la concepción sobre la dependencia de las autoridades intermedias entre el súbdito y el Estado, situación que comportó la creación de una burocracia eficaz, un ejército permanente y una hacienda centralizada. Su andadura política se inició en los siglos XIV y XV, alcanzó la plenitud entre los siglos XVI y XVII, y declinó entre formas extremas e intentos reformistas a lo largo del siglo XVIII. En su inicio, el Absolutismo se concibió como la negación del régimen feudal. Esto, porque las teorías medievales sostenían que el poder estaba dividido, por voluntad de Dios, entre el papa, que se reservaba la potestad de los asuntos espirituales, y el rey, encargado del poder temporal. En cambio, la nueva política adoptó el siguiente principio: “Los reyes son los ministros de Dios en la Tierra, y, por ello, su autoridad es santa y absoluta, como la de Dios”. Esto motivó que no existiera soberano que no se creyese con derecho a ejercer el poder total.

Algunos de los casos más característicos son: España por su importancia y gran influencia para América, Francia donde alcanza su máximo desarrollo y se convierte en modelo para otros países e Inglaterra donde se visualizo por primera vez la separación de esta forma de gobierno, surgiendo el parlamento, esta forma de gobierno se denomino “Monarquía Constitucional”.

La Monarquía Española

Durante la Edad Media, España estuvo en dominio de los árabes, finalmente en el siglo XV se pone fin a la reconquista española, quedando los reinos cristianos de Portugal, Castilla, Navarra y Aragón. Quedando solo el reino de Granada pero por un corto tiempo.

En 1468 contrajeron matrimonio los Reyes Católicos, la reina Isabel de Castilla y el príncipe Fernando, heredero del trono de Aragón, se unían los dos principales reinos cristianos logrando unificar la mayor parte de la península Ibérica, los reyes católicos decretaron la expulsión de sus reinos a todos los no cristianos o que no se convirtieran al catolicismo, ya que existía un gran numero de judíos y musulmanes que permanecían aun en los reinos, para ello instauraron la Santa Inquisición, organismo encargado de velar por la fé. Dentro de sus logros se cuanta que impusieron el castellano como idioma oficial, en el campo político logran expulsar a los Árabes en el año 1492 anexando Granada. Comienza una política expansiva en territorio de Italia, el norte de Africa y luego América.

El Ideal Imperial de Carlos I (V de Alemania)

Carlos I fue un gran emperador que a lo largo de su vida luchó por mantener el ideal imperial imitando a Carlomagno, Para él el poder no era un fin, sino un medio al servicio de la paz y la justicia. Su fin era mantener su reino unido y establecer la paz en ellos, tuvo dos grandes rivales el rey Francisco I de Francia, en el oeste y los turcos por el Este los que lo obligaron a mantener constantes guerras. El emperador era muy católico velo por que en sus territorios existiera unidad religiosa, se gobernara con leyes justas y se preocupo especialmente de evangelizar los territorios americanos. Carlos I Lucho contra el protestantismo en Alemania, tuvo que aceptar la ruptura religiosa y reconocer la validez de la religión Luterana en la Paz religiosa de Augsburgo (1530). En el año 1556 abdica por estar cansado después de cuarenta años de agotador gobierno, se retira al convento de San Yuste donde se prepara para su encuentro con Dios. Divide su imperio entre su hermano Fernando de Habsburgo, entregándole los territorios de Austria (territorios de Alemania también) siendo elegido Emperador del Sacro Imperio Romano Germano. y su hijo Felipe II, le fueron asignados España, los países Bajos, Milán, Nápoles, Sicilia y América.

Felipe II fue un rey muy paciente y ponderado. Meditaba largamente sus decisiones, era profundamente cristiano, renuncio a todo el poder personal y se dedicó de lleno al gobierno, su motivación de vida fue ser fiel servidor de Jesucristo y dar mayor gloria a Dios. Mandó a construir El Escorial que era un magnifico palacio, que a la vez era convento y mausoleo, en las cercanías de Madrid. Su principal objetivo estuvo centrado en el fortalecimiento de la unidad territorial, de lo que se ocupó personalmente creando un macizo aparato estatal. Asimismo, se empeñó en detener el avance del protestantismo, librando para ello una fuerte contienda con Isabel I de Inglaterra.


La monarquía absoluta en Francia

Durante el siglo XVI, en Francia se produjeron violentas guerras civiles, en las que los nobles se levantaron contra el rey, y los católicos y hugonotes (calvinistas) se disputaron el poder. Además, el inmenso poder de los reyes españoles Carlos V y Felipe II pareció aplastar a la nación francesa.

Bajo el reinado de Enrique IV conocido como el buen rey Enrique, este era protestante, se inició el resurgimiento de Francia. El gobernante restableció el orden y la ley mediante la dictación del Edicto de Nantes (1598), que terminó con la guerra entre protestantes y católicos. El catolicismo fue reconocido como religión oficial de la monarquía, pero los hugonotes fueron autorizados para ejercer libremente su culto y mantener sus propias fuerzas en determinadas ciudades. La obra de Enrique IV fue continuada por el cardenal Richelieu (cuyo verdadero nombre era Armand Jean du Plessis) , quien actuó como hombre fuerte, pues el sucesor del rey, su hijo Luis XIII, tenía nueve años y debió ser subrogado por su madre María de Médicis, que actuó como regenta. La política de Richelieu estaba basada en tres puntos fundamentales: arruinar el poder de los hugonotes, el sometimiento de la nobleza al rey y convertir a Francia en la primera potencia de Europa. Cada uno de estos objetivos fue sucesivamente realizado. A Richelieu le molestaba que los hugonotes conservaran su organización política y militar y que formaran una especie de Estado dentro de otro Estado. Por esto decidió combatirlos y los sitió en el puerto de La Rochelle, centro de operaciones de los protestantes, los cuales, al cabo de un tiempo, se rindieron. Esta sumisión fue aprovechada por el cardenal para publicar la Paz de Alais (1629), en la que se les quitaban todos los privilegios a los protestantes, a cambio de garantizarles la libertad de culto y la igualdad con los católicos.

Los nobles fueron perdiendo sus derechos jurisdiccionales en sus distritos, los que fueron conferidos a intendentes que asumieron la administración en nombre del rey. Además, se les obligó a destruir los castillos fortificados que no fueran necesarios para la defensa nacional. Richelieu restableció ampliamente el poder exterior de Francia, ya que logró desplazar a España como primera potencia europea. Esto fue resultado de la derrota de las dos ramas de la casa reinante de los Habsburgo: la española y la austríaca. También participó en la Guerra de los 30 años (1618-1648), violenta y terrible contienda que arruinó a Alemania y dejó impotente al Imperio Germánico.
El cardenal Mazarino
Luego de la muerte de Luis XIII, quien falleció poco después de Richelieu, debió sucederle Luis XIV. Pero como el niño solo tenía cinco años, su madre designó como jefe del Consejo al cardenal Giulio Mazarino, protegido de Richelieu. Los nobles pensaron que Mazarino podría convertirse en un aliado y devolverles sus privilegios perdidos, pero este continuó con la política adoptada por su antecesor. En un último intento por sacudir la autoridad monárquica y recuperar sus derechos feudales, iniciaron una revuelta que se llamó la Fronda. Sin embargo, Mazarino logró imponerse a esta fronda aristocrática, y en lugar de que se debilitara la monarquía, esta salió fortalecida. Esto, porque tanto desorden y ruina económica terminó por aburrir a los nobles, que solo buscaron tranquilidad y seguridad, que Francia encontró en la figura del rey Luis XIV.

El Rey Sol: Luis XIV

Luis XIV (1638-1715) ejerció plenamente su poder estableciendo una monarquía absoluta de “derecho divino”. Para él, el Estado se confundía con su persona, y de allí la frase que se le atribuye: “El Estado soy yo”. No compartió con nadie el poder y no aceptó ninguna limitación a este. Por ello, en su reinado la nobleza quedó excluida de los asuntos de gobierno, y los parlamentos ya no tenían injerencia alguna, pues habían quedado suspendidos a partir de 1673. Para consolidar la unidad interna, revocó el Edicto de Nantes, ya que en la monarquía absoluta debían regir una sola ley y una sola fe. De paso, mandó al exilio a unos 200 mil hugonotes, y pagó dinero a quienes se convirtieran al catolicismo.

Luis XIV se rodeó de inteligentes ministros. Entre ellos destacó el de finanzas Jean Baptiste Colbert, quien fomentó sistemáticamente la producción industrial y el comercio de exportación, política económica que se denominaría colbertismo o mercantilismo. Este reinado también se caracterizó por su agresiva y ambiciosa política exterior, cuyo objetivo principal era reforzar la hegemonía francesa, ampliando su territorio hacia el nordeste y el este. Para lograr este fin se apoyó en ciertos derechos hereditarios que empezó a reclamar, y en un ejército que fue el mejor organizado de su época. Así salió victorioso en numerosas empresas; por ejemplo, en la guerra con Holanda (1672-1678), durante la cual le arrebató a España, el Franco Condado y varias plazas de Flandes, y efectuó diversas anexiones territoriales, gracias a las cuales la frontera francesa avanzó hasta la margen izquierda del Rhin. Sin embargo, tras este período de apogeo comenzaron los desastres. En la larga Guerra de la sucesión española (1701-1714), contra Inglaterra y Austria, los franceses sufrieron serias derrotas en todos los frentes, a pesar de lo cual, y gracias a las desavenencias de sus rivales y a su propia resistencia, Luis XIV salvó a Francia del desastre total.
No obstante, a causa de las largas guerras y el derroche de la fastuosa corte del rey, la nación quedó arruinada. Además, el pueblo francés se había desangrado, no solo por las batallas, sino también por las crueles persecuciones en contra de los protestantes.

Inglaterra se opone al absolutismo real

Por su parte, en Inglaterra, a la muerte de Isabel I, el trono fue ocupado por Jacobo I. Este monarca, al igual que Luis XIV, estaba convencido de que su poder le había sido impuesto por mandato divino, por lo que incluso llegó a plantear que el Parlamento debía someterse a su voluntad, idea que por supuesto fue rechazada. Este problema se vio entorpecido aún más por otros de carácter religioso, debido a que, por una parte, los católicos querían restablecer la autoridad del Papa en Inglaterra, y por otra, los puritanos consideraban fundamental purificar a la Iglesia Anglicana, y los presbiterianos seguir el modelo de la iglesia de Calvino. Bajo el reinado de Jacobo, los problemas entre el Parlamento y la Corona hicieron crisis. Su absolutismo y su resistencia a reconocer los derechos del Parlamento prepararon la guerra civil, que ardió en el reinado de su hijo Carlos I (1625-1649) y costó a este la corona y la vida.

Muerto Carlos I, se estableció la República parlamentaria (1649-1653), cuyo poder supremo se confió luego a Oliverio Cromwell con el título de Lord Protector (1659-1660), ejerciendo este un gobierno dictatorial y puritano. A su muerte le sucedió Carlos II, quien entró triunfalmente en Londres, pues unos meses antes había emitido la declaración de Breda, que restauraba el constitucionalismo y ofrecía amnistía a todos los que se opusieron a él y a su padre, Carlos I. Al asumir debió aceptar la exclusión de los católicos del Parlamento, lo que le acarreó un serio conflicto con su hermano Jacobo II, quien se había convertido a esa religión y empezó a reinar en 1685. Como esto podía significar la perpetuación del catolicismo, el Parlamento ofreció la corona a Guillermo de Orange (o Guillermo III), que luego de la huida de Jacobo finalmente asumió el trono en 1688. Fue así como Inglaterra, en pleno siglo de las monarquías absolutas, dio el primer ejemplo de monarquía parlamentaria o constitucional. El rey se comprometía a respetar el derecho de votar las leyes, los impuestos y a aprobar los tratados con potencias extranjeras. A ello se sumaba que el rey no podía formar un ejército sin la autorización del parlamento. También se determino que la elección de la cámara de los comunes debía ser libre. Se componía de dos cámaras la de los comunes que eran los representantes de la burguesía y la cámara alta o de los lores que es formado por los nobles.

La Ilustración

Se conoce como "Ilustración" al movimiento filosófico que se originó y desarrolló en Europa (particularmente en Francia) durante el siglo XVIII. Se consideraba que todo lo antiguo se enmarcaba en un ambiente de oscuridad y decrepitud, y que la nueva ideología que llegaba eran las "luces", que iluminaba al mundo. Esta era en parte una visión exagerada, ya que el pensamiento europeo del siglo XVIII no venía de las tinieblas sino de un proceso gradual producto de las transformaciones ocurridas en las sociedades europeas desde muchos siglos atrás.

El precedente histórico más apegado a la Ilustración fue el Renacimiento, donde también se trataba de romper con el pasado medieval y renacer en la nueva modernidad. La ilustración presenta las siguientes ideas y principios:

· Empirismo: Los ilustrados contrapusieron su fe en la experimentación para poder conocer el mundo y conseguir el progreso.

· Criticismo: El ilustrado aspira a someter a crítica racional todo el conocimiento anterior.

· Deseo de conocimiento: el ilustrado siente un enorme deseo de conocer por completo el mundo donde habita, de iluminarlo (de ahí el nombre de Ilustración), pero también siente la necesidad de dar a conocer lo aprendido. Esto último explica la aparición de uno de los grandes proyectos de la época, como por ejemplo la Enciclopedia Francesa.

· Utopismo: se cree que la aplicación de la razón a todos los aspectos de la vida humana permitirá una mejora constante de la sociedad y un progreso económico y cultural ilimitado.

· Progreso y felicidad: el ilustrado a lo que aspira como objetivo prioritario es a conseguir la felicidad en este mundo.

· Reformismo: los ilustrados proponen modernizar la sociedad mediante lentas reformas que serán llevadas a cabo por reyes y gobiernos de carácter absolutista.

Los filósofos ilustrados buscaban la verdad científica y se basaron en la razón para explicar la realidad del mundo en el que vivían. La ilustración es para la historia un sistema de pensamientos producido por los intelectuales en un ambiente de autonomía y libertad de la razón individual, donde cada persona podía instruirse en busca de la verdad científica. Era sobre todo, un programa educativo orientado a elevar el nivel cultural de la sociedad y mejorar la situación de quienes desearan cultivar la razón y salir de la ignorancia.


Características especificas de la Ilustración:

Naturaleza: Amor a la naturaleza. Este hecho se concreta en el deseo de descubrir, mediante la aplicación de la razón y la observación, las leyes que la rigen. El papel de la naturaleza para originar y conducir la existencia de los hombres y de todos los objetos del Universo. Según Newton "la naturaleza es considerada como una gran máquina concebida por Dios y regida por las leyes establecida por Él". Es decir, que el hombre no debe de contrariar esas leyes sino tratar de descubrirlas mediante la razón como única guía para investigar su funcionamiento. Esto era importante para los ilustradores, ya que mientras el pueblo siguiera pensando que Dios dirigía todo el Universo, las leyes universales, que se veían en la educación seguirían estando en manos del clero, deteniendo así el progreso de la ciencia. La educación. A través de una educación apropiada, la humanidad podía ser modificada, cambiada su naturaleza para mejorar.

Razón: Fe constante en el poder de la razón humana. Durante la Ilustración llegó a pensarse que con uso juicioso de la razón sería posible un progreso ilimitado. La razón sirvió de guía para estudiar el funcionamiento de las leyes de la naturaleza, por consiguiente todo lo racional es bueno, y todo aquello que no conlleve a la razón es incorrecto. Si el hombre quiere alcanzar el progreso el único camino es descubrir las leyes de la naturaleza y actuar de acuerdo con ellas, dejando a un lado lo irracional.

La Igualdad: Si todos los hombres proceden de la misma naturaleza y todos poseen la capacidad de razonar, entonces todos los hombres son iguales a la luz de la razón, con iguales derechos que deben ser respetados.

La Libertad: En cuestiones políticas, religiosas, económicas e intelectuales.

Deísmo: Es la religión natural. Tenía su fundamento en que Dios y el alma no pueden llegar a ser conocidos por la razón humana, por cuanto corresponden a la metafísica (abstracto), y no puede ser percibido mediante los sentidos. Se reconoce a Dios como autor de la naturaleza y se debe revelar a los hombres por medio de la razón.

Moral laica: Es independiente de la religión, ya que los hombres se rigen por morales no sólo porque Dios ordena observarlas, sino porque la razón exige el respeto a los derechos de los demás

Personajes Destacados de la Ilustración:

John locke: fue medico y filosofo sobres las ideas políticas. Afirmaba que el ser humano vive en comunidad y tiene por “Derecho natural”, derechos que deben ser respetados.
Fray Benito de Feijoo: Él dice de si mismo que es "ciudadano libre de la República de Letras". Fue un pensador independiente. Lucho por la verdad. Con esta postura fue el que más empeño puso en hablar sobre lo que sé hacia en Europa, para luchar contra el atraso de España. Lucho valientemente contra las supersticiones, atreviéndose a desmontar supuestos milagros.
Voltaire: Estudió entre los jesuitas del colegio Louis le Grand. Hijo de notario, pronto se dedicó a la escritura y al ensayo filosófico, inscrito su pensamiento en plena época y ambiente de expansión del movimiento ilustrado. Seguidor de la obra de Bayle, al que admira, su pensamiento se muestra racionalmente crítico contra lo que determina como "prejuicios". Así, su agnosticismo racionalista y espíritu independiente le llevan a atacar cuestiones fundamentales de su tiempo como el absolutismo y la superstición, por considerarlas alejadas de la razón y no sometidas al examen de la reflexión y el análisis.
Montesquieu: Su objetivo político esta expresado en el Espíritu de las leyes, es elaborar una física de las sociedades humanas. Su modelo, tanto en contenido como metodología, está más en la línea de lo experimental que lo especulativo. Adopta el análisis histórico, basado en la comparación; arranca de los hechos, observando sus variaciones para extraer de ellas leyes. En esta obra se nos ofrece, además de la descripción de las idiosincrasias nacionales, las diversas formas de gobierno y sus fundamentos, así como los condicionantes históricos e, incluso, climáticos de éstos, elaboró un novedoso enfoque de las leyes, los hechos sociales y la política: se desvane la clásica oposición entre las tesis naturalistas y escépticas, que atribuían el fundamento de las leyes a la arbitrariedad de los legisladores: consideraba más bien que las leyes proceden de relaciones necesarias derivadas de la naturaleza de las cosas y las relaciones sociales, de forma que no sólo se opuso a la separación entre ley natural y ley positiva sino que consideraba que son complementarias.
Rousseau: Por su aguda crítica a la civilización y la cultura, y su audaz desprecio a la idea de un progreso o mejora de la humanidad fundamentado en el uso de la razón, se convirtió en uno de los pensadores más atípicos de la ilustración, anticipándose a las tesis que mantuvo posteriormente el Romanticismo. Frente a la fría racionalidad heredera del racionalismo, defenderá el sentimiento y la pasión como valores intrínsecos y esenciales al ser humano; valores que habían sufrido un enorme menoscabo y en cuyo desdén arraigaban los pilares de la cultura occidental.
Busca la felicidad del hombre a través de una mayor autenticidad (se siente próximo a la naturaleza) y de la armonía entre los individuos mediante un contrato social igualitario.
La discordia entre los hombres se debe según él a problemas lingüísticos (Ensayo sobre el origen de las lenguas, inacabado) y sobre todo políticos: (Discurso sobre las ciencias y las artes en 1750; Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres en 1755; y Del contrato social en 1762).
Denis Diderot: Debe su fama a haber dirigido de 1751 a 1772 la redacción de la primera enciclopedia universal editada en Francia (la segunda del mundo occidental, pues el inglés Ephraim Chambers hizo lo mismo en 1729), bajo el nombre de La enciclopedia, o diccionario razonado de las ciencias, artes y oficios (L'encyclopédie, ou Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers, 28 volúmenes, 71.818 artículos, 2.885 ilustraciones). En ella participaron Voltaire, Montesquieu, Jean-Jacques Rousseau y Jaucourt entre otros.
Fue un intelectual polivalente. Escribió La Religiosa (La Religieuse), Jacobo el fatalista (Jacques le fataliste), Carta sobre los ciegos (Lettre sur les aveugles), La paradoja del comediante (Le paradoxe du comedien), El hijo natural (Le fils naturel), El sobrino de Rameau (Le neveu de Rameau), y creó una revista de crítica de arte (Salons).
Se interesó en la narrativa, la ciencia y la metafísica, la estética dramática, el arte y fue consejero de Catalina II de Rusia.
Leandro Fernández de Moratín.: Nace en 1760. Probó suerte en todos los géneros literarios, pero es en el teatro donde más destaca. Como poeta se caracteriza por su sencillez que deja entrever ciertas reminiscencias horacianas (de hecho tradujo a Horacio). En conjunto sus poesías son pocos sentidas, reduciéndose a versos satíricos. Escribió además relaciones de viaje, como las Apuntaciones sueltas sobre Inglaterra, Alemania, y un Diario escrito en clave.
Gaspar Melchor de Jovellanos.- En el plano sociopolítico, se erige en figura importante en lo que a mejoras se refiere (pero desde arriba: Todo para el pueblo pero sin el pueblo). Su lema político era: "buenas leyes, buenas luces y buenos fondos".

los principales exponentes de la Ciencia Moderna:
i. Galileo Galilei: Esencialmente, los métodos y resultados científicos modernos aparecieron en el siglo XVII gracias al éxito de Galileo al combinar las funciones de erudito y artesano. A los métodos antiguos de inducción y deducción, Galileo añadió la verificación sistemática a través de experimentos planificados, en los que empleó instrumentos científicos de invención reciente como el telescopio, el microscopio o el termómetro.
ii. Evangelista Torricelli: A finales del siglo XVII se amplió la experimentación: el matemático y físico Evangelista Torricelli empleó el barómetro;
iii. Christiaan Huygens: el matemático, físico y astrónomo holandés Christiaan Huygens usó el reloj de péndulo; el físico y químico británico Robert Boyle y el físico alemán Otto von Guericke utilizaron la bomba de vacío.
iv. Isaac newton: formulación de la ley de la gravitación universal, expuesta en 1687 por el matemático y físico británico Isaac Newton en su obra Philosophiae naturalis principia mathematica (Principios matemáticos de la filosofía natural).
v. Gottfried Wilhelm: Al mismo tiempo, la invención del cálculo infinitesimal por parte de Newton y del filósofo y matemático alemán Gottfried Wilhelm Leibniz sentó las bases de la ciencia y las matemáticas actuales.
vi. René Descartes: Los descubrimientos científicos de Newton y el sistema filosófico del matemático y filósofo francés René Descartes dieron paso a la ciencia materialista del siglo XVIII, que trataba de explicar los procesos vitales a partir de su base físico-química. La confianza en la actitud científica influyó también en las ciencias sociales e inspiró el llamado Siglo de las Luces, que culminó en la Revolución Francesa de 1789.
vii. Antoine Laurent: El químico francés Antoine Laurent de Lavoisier publicó el Tratado elemental de química en 1789 e inició así la revolución de la química cuantitativa.
viii. John Dalton: Entre ellas figuran la teoría atómica de la materia postulada por el químico y físico británico.
ix. Michael Faraday y James Clerk Maxwell: las teorías electromagnéticas, también británicos.
x. James Prescott Joule y otros científicos: la ley de la conservación de la energía, físico británico.
xi. Charles Darwin: La teoría biológica de alcance más global fue la de la evolución, propuesta por Charles Darwin en su libro El origen de las especies, publicado en 1859, que provocó una polémica en la sociedad — no sólo en los ámbitos científicos — tan grande como la obra de Copérnico. Sin embargo, al empezar el siglo XX el concepto de evolución ya se aceptaba de forma generalizada, aunque su mecanismo genético continuó siendo discutido.
xii. Werner Heisenberg : En 1927 el físico alemán Werner Heisenberg formuló el llamado principio de incertidumbre, que afirma que existen límites a la precisión con que pueden determinarse a escala subatómica las coordenadas de un suceso dado. En otras palabras, el principio afirmaba la imposibilidad de predecir con precisión que una partícula, por ejemplo un electrón, estará en un lugar determinado en un momento determinado y con una velocidad determinada. La mecánica cuántica no opera con datos exactos, sino con deducciones estadísticas relativas a un gran número de sucesos individuales.


El despotismo ilustrado

A excepción de Inglaterra, la monarquía absoluta seguía siendo el sistema de gobierno imperante en los países de europeos. Mas, a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, los reyes comenzaron a incorporar algunas de las ideas plateadas por los filósofos ilustrados. Recibieron el nombre de “déspotas ilustrados”. Déspotas porque seguían gobernando en forma autoritaria y mantenían al pueblo alejado de las decisiones políticas, ilustrados porque intentaron aplicar los logros científicos y técnicos alcanzados en su época.

En la época del Despotismo Ilustrado los reyes y sus ministros mostraron real preocupación por los problemas que afectaban al pueblo. Intentaron modernizar la administración y la economía para lograr un mayor desarrollo. Introdujeron cambios en todas las áreas salvo en la política. Trabajaban por el bien público mejorando las condiciones de vida de sus súbditos suprimiendo impuestos, haciendo leyes más justas, organizando la previsión social o construyendo importantes obras públicas. Mas las reformas se efectuaban de “arriba hacia abajo” sin consultar al pueblo, pues los monarcas pensaban que eran sólo ellos los que sabían lo que le convenía. Se trataba de favorecer al pueblo pero sin que este interviniera. Los reyes se cuidaron mucho de que se aminorara su poder absoluto, más bien buscaron acrecentarlo y centralizar aún más la administración.

Los principales representantes del despotismo ilustrado fueron Federico II de Prusia, Carlos III de España, Catalina la Grande de Rusia y José II de Austria. Todos ellos se caracterizaron por su profunda cultura y por el interés de introducir cambios en sus respectivos países.

Sólo en Francia, las ideas no tuvieron ninguna repercusión. Por ello el pueblo reclamaría violentamente sus derechos en la famosas Revolución Francesa iniciada en el año 1798, exigiendo un cambio radical en las estructuras y en la forma de gobierno.

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